Inicié mi trayectoria en el karate en 1977, en el gimnasio Mabuni, situado en el emblemático barrio madrileño de Vallekas. Mi maestro, José María Martín Nieto, ostenta actualmente el prestigioso grado de 9º Dan y es un destacado referente en el mundo del karate a nivel global.
Desde el principio, me di cuenta de mi profunda pasión por el karate. La práctica del combate desde temprana edad despertó en mí una pasión innegable. Aunque el entrenamiento de kata no me cautivaba de la misma manera, mi maestro siempre subrayó la importancia de tener una base técnica sólida para sobresalir en el combate.
Así transcurrieron mis primeros años de infancia, participando en competiciones de kata, ya que la categoría de kumite no permitía competir hasta los 16 años. A pesar de los resultados modestos al principio, comprendí que con dedicación y perseverancia, se puede aprender y mejorar continuamente mediante la práctica diaria.
Esta experiencia marcó el inicio de un apasionante viaje en el mundo del karate, donde la guía de mi maestro y la determinación constante han sido fundamentales en mi desarrollo como karateka. Con esfuerzo y dedicación, se pueden superar los desafíos y alcanzar objetivos.
En 1985, a los 15 años, di el salto a la competición de kumite al participar en el Campeonato de Castilla Junior (de 16 a 20 años). Mi última experiencia internacional tuvo lugar en 2003, en el Campeonato de Europa celebrado en la ciudad de Bremen. A lo largo de esos años, mi trayectoria se llenó de victorias y derrotas, tejiendo un mosaico de experiencias inolvidables.
En ese viaje, compartí el camino con compañeros que se convirtieron en verdaderos amigos. Cada competición, cada encuentro, cada desafío, me enriqueció y me otorgó vivencias invaluables.
Sin embargo, más allá de los triunfos y desafíos, lo más significativo fue lo que aprendí: el karate me enseñó sus valores. Ahora, mi misión es transmitir todo lo que aprendí. A través de la enseñanza, intento inculcar los principios fundamentales del karate, guiándolos en su propio viaje en este noble arte marcial.
Ángel Ramiro